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miércoles, 22 de octubre de 2014

No es fácil cruzar las mismas calles — Mateo.


He querido siempre poder tener a  alguien a mi lado, que no se preocupase tanto de mis locuras. Alguien que decida tomar mis manos sin tener miedo, que mire mis ojo y vea que en mi alma el vació es más grande que un vaso para tomar agua. El mundo es cruel para algunos y nacer es una opción para muchas, y yo aquí mirando de nuevo por la ventana a la luna he decido volver a contarte mis historias.

Hasta siempre querido corazón 
Un jueves por la tarde pensé que sería el momento
me miraba a través de los vidrios de las tiendas y me daba a mí mismo una sonrisa…
saludaba a las personas sin conocerles y algunas me sonreían.
Supongo que mi corazón estaba de buen humor para hacer eso;
No me importaba si estaba solo porque me gusta la soledad
mire al cielo y no habían aves el verano estaba fuerte y pensé que sentían azotados[…]
Si camino solo tengo espacio para alzar mis brazos y dar vueltas,
la gente me mira y pensaran que estoy loco, me gustaría que se uniesen…
Estoy abrazado a mis miedos porque camino con ellos.
me abrazaría al diablo sin dudar (dice una canción)
pero me gusta elegir lo difícil porque sé que me llevara lejos
no creo en palabras cortas sin miradas buenas
prefiero callarme, pero al final mis manos son las que hablan
quedando en hojas y con el tiempo vuelvo a leer.
Me quede sin oxígeno tiempo atrás
cuando llovía los truenos venían desde mi corazón
las fuertes brisas no me dejaban y mi mente no parecía ser un sol…
mi viejo retrato mudo quedo
el mundo se alejaba cada vez y en mi universo nunca quise regresar.
Dicen que quien te cuenta tus lagrimas es porque se preocupa por ti, nadie pudo contar las mías y lo echo de menos
Cuando llego a la playa lo primero que escucho es el sonido de las olas y lo tranquila que tan por la mañana se sienten; poner mis pies juntos y sentir el agua atravesando cada dedo para mí es un paraíso más.
Volviendo a mi realidad estoy alejado de muchas aventuras
¿y saben? he pensado que ya nadie me recuerda. No les conté que hice por las avenida que cruce no fue una aventura ni nada parecido a ello, pero. Me senté en una banca no había nadie y suspire como si fuese lo último que haría y nadie llego, oscureció y hacia un poco de frío tenía que marcharme los vagabundos buscando refugios, las prostituta vendiendo sus cuerpos, los animales callejeros aprovechan para buscar comida, yo intentaba parecer importante para alguien y no fue así. Termine llegando a casa haciendo lo mismo de siempre antes de dormir. Escribir.
Mateo.


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