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sábado, 5 de julio de 2014

Recuerdos que no quiero que el tiempo se los lleve - La loca de Samantha.


Todas las mañanas me gusta preparar mi café, sentarme en el piso cerca de la terraza y observar como va entrando la luz del sol por los huecos que hay entre las paredes y sentir como el viento abre las ventanas, es mi lugar preferido para hacer estas cosas porque fue aquí donde me dijo un "Para siempre juntos" So happy i could die.

Me miró, no dije nada solo hice perder mi mirada entre tantos arboles cerca de un estadio de béisbol, recuerdo que ese día no quería ver a nadie, bueno creo que si, pero solo a aquellas personas que una semana antes había puesto en lista, y aunque por un momento su nombre paso por mi cabeza decidí borrarle de la lista, estaba contando los días para poder escapar y volver a sentir en lo alto de no tratar de caer, como meses atrás entre tanta multitud, alcohol, cigarrillos, algunas drogas, gente promiscua en busca de sexo. Pudieron usar de mi muchas veces pero al contrario de eso era yo quien buscaba eso, necesitaba que me consumieran, que me molieran así no fueran mis amigos, así no los conociera, perdida entre la oscuridad llena de emociones, tantas luces y miradas.

 La policía cerca de mi como si fuera una delincuente, no estaba preparada para su mirada. Se sentaba junto a mi y tomaba mi mano, era tan extraño que me hacia llorar, no quería descansar mas que en su pecho.

El sol comenzaba a deslumbrar su llegada yo solo baje mi mirada al suelo, con disgusto y con ganas de irme, y si pienso ser como un libro bueno en ese instante quería cerrarme y que nadie me leyera, pero su necedad era necesaria para mi, su atención hacia a mi hacía que lo esquivara, lo rechazara y no se si al mismo tiempo eso lo lastimaba, no me atrevía a tomar de su mismo café, no me atrevía a leer de sus mismas lineas, era como un objeto del cual quebré y no me atrevería a tocar porque fue quien al mismo tiempo me quebró a mi.

Todas las tardes lo intentaba aunque pensándolo bien creo que no fue lo suficiente porque nunca logre nada, nunca supe la verdad y nunca el sabrá que pasaba por mi mente cuando lo miraba, cuando le hablaba y cuando lo ignoraba.

Me perdí, cuando regrese supe de su muerte, me desespere y llore bajo el mar porque no quería que nadie se diera cuenta por quien lloraba, el agua salada se llevaba lagrimas sinceras y ahora que estoy vieja no se que fue lo que paso, y estoy exhausta porque tuve que dedicarme a hacer cosas para intentar ser feliz use el tiempo para arrebatar sus sentimientos encontrados en mi, las marcas en mis dedos agasajaba mi esfuerzo, de tanto evocar sus cuadros viejos los tire al suelo, una alma brillante de poca luz que como tinta vieja se fue desgastando poco a poco sin su aliento que la traía a la vida, esa era yo la vieja amargada de la segunda cuadra, nadie sabia de mi pero si de mi encierro, se murmuraba que estaba loca pero llena de éxitos, éxitos que no tenia una palabra amor, muchos menos pasión,

"he estado sentada en este mismo piso por tantos años esperando que toque la puerta y me tome de la manos para irnos juntos"

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